Este es el segundo libro de Kurt Vonnegut que leo y debo confesar que, a diferencia del primero, me gustó bastante.
Hace un año atrás, casi en esta misma época, leí Cuna de gato y debo confesar que no me decepcionó bastante. Me quedé con la sensación de que Kurt Vonnegut era de esos escritores de los que todo el mundo habla, pero que finalmente están bastante sobrevalorados. No sé si habrá sido en el contexto en el que lo leí (en plena luna de miel, paseando por Europa). Quizás eso hizo que no lo valorara como se merecía, no sé.
Ahora bien, como nunca suelo quedarme con la primera impresión (a no ser de que realmente ODIE a un autor), decidí darle a Vonnegut una segunda oportunidad con Desayuno de campeones y ¡vaya sorpresa que me llevé!. No obstante, es importante hacer la aclaración que no es un libro para cualquier tipo de lector. Si andas en busca de una novela tradicional y con una trama seria. Lo mejor será ir en busca de otra opción, pues Vonnegut se encarga de tomarte constantemente el pelo con sus historias descabelladas. Hay que tener sentido del humor para disfrutarlo y no tomarte la literatura como algo tan serio. A ratos me recordó La conjura de los necios de John Kennedy Toole.
Lo interesante de Desayuno de campeones es que es una sátira de la sociedad contemporánea, sobre todo de la norteamericana. No tiene reparos en cuestionar la historia de Estados Unidos, ni las actitudes egocéntricas y hedonistas del hombre moderno. Me imagino que en su momento, le debe haber sacado canas verdes a más de algún crítico. Pero supongo que en eso reside la gracia, no sólo de Vonnegut sino que de todos los escritores, decir a gritos lo que la gente no quiere escuchar o no quiere ver.
Desayuno de campeones es un libro bastante ágil y dinámico, donde las historias de los protagonistas se van intercalando entre sí. Además, Vonnegut se encarga de acompañar el relato de imágenes que aportan un sentido a lo que está siendo narrado.
Otro aspecto interesante del libro, y es lo que personalmente más disfruté de él, es su carácter metaficcional, pues Vonnegut (o el narrador) se hace presente como un personaje en la historia para dialogar e interactuar con sus propias creaciones y explicar el por qué del destino de sus personajes.
Rating: 4/5 Estrellas